Reúne tus Suministros: Ten a mano limpiadores multiusos, desinfectantes, esponjas, trapos, aspiradora, mopas y bolsas de basura.
Despeja el Área: Retira todos los objetos y muebles pequeños para acceder a todas las superficies.

Ventiladores y Luces: Limpia las aspas del ventilador y las lámparas con un paño o una mopa con extensión.
Rejillas de Aire: Usa un aspirador con un accesorio de cepillo para quitar el polvo de las rejillas..

Limpia Cristales: Usa un limpiador de vidrios y un trapo sin pelusa para dejar las ventanas relucientes.
Espejos: Utiliza el mismo método que para las ventanas para evitar marcas.

Armarios y Cajones: Saca todo y limpia las superficies con un paño húmedo. Reorganiza y deshazte de lo que no necesites.
Electrodomésticos: Limpia dentro de la nevera, microondas, horno y otros electrodomésticos.

Cocina: Limpia las encimeras, el backsplash y las superficies de los electrodomésticos.
Baños: Desinfecta los lavabos, duchas, inodoros y azulejos.
Pisos: Barre y aspira bien, luego mopa con un limpiador adecuado para tu tipo de piso.

Aspiración: Aspira alfombras, tapetes y muebles tapizados para eliminar el polvo y los ácaros.
Limpieza Profunda: Si es necesario, usa un limpiador de alfombras o una máquina de vapor.

Manijas y Interruptores: Limpia y desinfecta todas las manijas de puertas, interruptores de luz y otros puntos de contacto frecuente.
Olores: Coloca ambientadores o utiliza aceites esenciales para dejar un aroma fresco.

Revisa: Asegúrate de no haber pasado por alto ninguna área.
Organiza: Vuelve a colocar los objetos y muebles en su lugar, asegurándote de que todo esté en orden.
Consejo Adicional: Mantén un Programa de Mantenimiento para mantener la limpieza durante todo el año. Una limpieza profunda ocasional es ideal, pero la limpieza regular es clave para un hogar siempre impecable.

¡Con estos pasos, tu hogar no solo estará limpio, sino que también te ofrecerá una sensación de frescura y renovación!